Hace unos meses, pude participar en un encuentro de novelistas en Urueña, la Villa Europea del
Libro. Allí, tuve la suerte de conocer François
Pérez Ayrault, que además de ser un gran tipo, es el autor de un libro que se
titula “Houston tengo un problema…soy emprendedor en España”.
Este divertido texto, narra sus
peripecias a la hora de abrir un negocio en Madrid y las conversaciones que
tiene con un amigo que hace lo propio en Estados Unidos. En sus páginas, podemos comprobar, con un
histriónico sentido del humor, las hirientes ventajas que tienen los americanos
en estas lides.
Pero más allá del entretenido
libro de François, es un tema serio y difícil de digerir. En España, para una persona que carezca de un
buen colchón económico, es ciertamente una misión suicida, el hecho de lanzarse
a la aventura empresarial. La
dificultad es mayor, si se carece de conocimientos burocráticos y aumenta
todavía más, si el negocio se sale de los estándares habituales.
Partimos de la base, de que en
nuestro país, armar una nueva empresa ya
supone pérdidas desde el minuto uno, si todo lo hacemos legal. Desde el registro, hasta el alta en
suministros, las cuotas de autónomos, los impuestos y por supuesto, todo lo
relativo a lo específico del negocio, las mercancías, instalaciones etc, supone
un gasto económico. Este sistema, anula
por completo a cualquier empresa que no
vaya destinada a generar unos mínimos de facturación, desde las primeras
semanas de vida. Muchos, podrán ver
esto lógico, dada las condiciones de nuestro sistema, pero quizá, no sea la
mejor opción.
De vez en cuando, suelo darme una
vuelta por Londres y más allá de que conducen por la izquierda, hay una cosa
que siempre me ha llamado la atención, el número y variedad de negocios que existen
allí.
¿Esto quiere decir que los
británicos no pagan impuestos por sus negocios?
No, por supuesto que los pagan, pero lo hacen, cuando sus empresas
generan el suficiente dinero como para ser estables (A partir de una facturación de 70.000 € ). Efectivamente, no garantiza a las arcas del
Estado un dinero inmediato, pero si unos ingresos estables a medio plazo, que
permiten no desangrar a los emprendedores.
¿Qué consecuencias tiene esto? En primer lugar, se genera un descomunal
flujo de ideas, dando como resultado un sinfín de negocios de nuevo cuño, mes
tras mes. Cualquier persona que considere tener el nuevo
gran pelotazo mundial, lo puede poner en práctica, sin necesidad de generar
pérdidas desde el minuto uno. Si sale
mal, podrá seguir con su vida, evitando hipotecar todas sus posesiones.
Pero muchos de ellos acaban
cuajando y o bien son absorbidos con empresas mayores, o bien, generan su
propio recorrido. La consecuencia final
de todo esto, es la creación de un enorme y variopinto entramado comercial e
industrial, que tiene grandes beneficios en todos los campos, empezando por el
turístico.
En una situación
comparativa, un negocio que genere unos
beneficios de subsistencia para sus promotores, es totalmente viable en el
Reino Unido y una quimera en España, porque directamente, se diluirían en
deudas. Y mientras que allí, estas
microempresas tienen su oportunidad, en nuestro país se mueven en el lado de la
ilegalidad, sin posibilidad de generar
expansión alguna, precisamente por ese punto.
Si no estás dado de alta, mejor que no te vean y si lo estás, no puedes
invertir en lo que realmente querrías.
Al final, en España, salvo algunos valientes, solo generan empresas solventes agentes con
el suficiente capital, que les permita arriesgar. Existen ayudas sí, pero son
eso, ayudas y no una normalidad establecida, lo cual hace, que el común de los
curritos (formados o no), lo tenga complicado.
Si el tejido comercial e
industrial, siempre tiene los mismos protagonistas, las ideas normalmente
acaban teniendo un patrón común. La
renovación y el aporte continuo de nuevos proyectos, es clave para que una
sociedad evolucione.
A veces, me da la sensación de
que aquí nos hemos olvidado de ello.
No te pierdas el nuevo artículo sobre los horarios de trabajo en España . Somos uno de los países que más horas trabaja, con peores salarios, más vacaciones tiene y sin embargo menos produce ¿No estaremos haciendo algo más? Pincha aquí y descubre los motivos.
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