Hace unas semanas, volví a dejarme caer por Bruselas.
Uno de mis objetivos, no era otro que el de conocer a fondo, cómo
funcionan los entresijos de la UE y me dediqué a visitar todas las estructuras,
que permiten el acceso de los visitantes.
Me llamaron la atención muchas
cosas, pero la mayor sorpresa la encontré dentro del parlamento. En
palabras de la persona que nos mostraba
las instalaciones, nos señalaba que uno de los grandes problemas contra los que
luchan, es el idioma. Al parecer, más
del 80% de los parlamentarios no saben hablar inglés o francés de manera fluida
y por tanto, se ha invertido bastante
dinero en ponerle solución.
Llama la atención que cualquier hijo
de vecino que se lance a trabajar en una gran empresa dentro de España o a
mayores, al mercado internacional, esté obligado a dominar AL MENOS un segundo
idioma y estos señores no.
Vista del Parlamento en Bruselas con las cabinas de traducción, Fuente: Wikipedia |
Será complicado encontrar a un político que confirme esto, por la cuenta que les trae. Pero parece evidente que el problema del lenguaje es común en todos nuestros representantes, ya que el actual parlamento cuenta en los anillos superiores con dos filas repletas de cabinas preparadas para la traducción. Si a todos los miembros se les exigiera, como en tantas empresas españolas y europeas, hablar alguno de los idiomas oficiales de manera fluida, evitaríamos este gran problema.
Efectivamente, se puede
justificar la presencia de un equipo de traductores e intérpretes, porque en la
cámara europea se trabajan sobre muchos documentos específicos, que tienen que
ser estudiados a conciencia. Lo que no
es lógico, es que se tengan que doblar las sesiones, a los cerca de 24 idiomas
diferentes que existen en los países miembros.
Estamos hablando, de más de
quinientas combinaciones posibles y que muchas veces, hacen que pase mucho
tiempo hasta que lo dicho, llegue a todos los oyentes ¿No sería mucho más fácil
que existiera un lenguaje conductor común?
Pues no, por lo visto no y para
ello, han creado un complejo engranaje, en el que por cada idioma, existen tres
intérpretes que dominan ese lenguaje y otro.
Ejemplo:
En la cabina del español, una persona puede traducir al suomi, otra al
alemán y una tercera al croata.
Mientras, en la del neerlandés, lo traducen al francés, al portugués y
al croata. Pongamos que interviene un
representante de Holanda, pues bien, para que se traduzca al español, primero
tiene que pasarse al croata y del croata al español. Se entiende, que las combinaciones pueden
ser rocambolescas.
No soy de las personas que creen
que los parlamentarios (O políticos en general) tienen un sueldo
desproporcionado. Entiendo que las grandes responsabilidades, requieren grandes
recompensas . Si cualquiera de vosotros ejerciera de cirujano,en similares circunstancias podría decir que tiene justificado su sueldo. Si bien, se sobreentiende, que un cirujano ha de tener tanto la formación, como la soltura y práctica que se precisan para tal fin. Por ello se le considera cirujano y cobra como tal.
Lo que denuncio, es la falta de
profesionalidad y formación, de buena parte de sus miembros. En las
últimas listas a Europa, hemos visto miembros de todos los partidos de España,
sin formación universitaria y con un nulo o muy pobre dominio del inglés.
La misma guía, nos confirmaba que en las reuniones de pasillo, buena parte de de los parlamentarios se comunican en eso que llamamos "inglés nivel medio", pero globalmente no existe la seguridad para que las sesiones se realicen únicamente en el idioma de Shakespeare.
No podemos extrañarnos entonces, que cualquier proceso europeo, desde formar gobierno a tramitar una ley, lleve habitualmente meses. La burocracia es complicada, pero el handicap del idioma tiene una importancia capital en estos términos.
La misma guía, nos confirmaba que en las reuniones de pasillo, buena parte de de los parlamentarios se comunican en eso que llamamos "inglés nivel medio", pero globalmente no existe la seguridad para que las sesiones se realicen únicamente en el idioma de Shakespeare.
Zona Schuman en Bruselas Fuente: Flirck |
Necesitamos líderes que den
ejemplo ¿De qué forma si no, pueden exigirnos algo? ¿Cómo diantre queremos vender la
internacionalidad de Madrid, si luego les invitamos a tomar un “relaxing cup”?
Humildemente pienso, que la vida
es un continuo aprendizaje. No por haber
llegado lejos, tener tu empresa, ser parlamentario o haber escrito diez libros, tienes que dejar
de aprender. Es más, pienso que es
básico que esto ocurra ¿De qué manera un líder puede guiar a su equipo, si sus
conocimientos están anticuados?
Sin embargo, día a día vemos como pasa lo contrario. Cualquier persona que se asoma a las cotas más altas de su disciplina, ya sea empresario, deportista o político, se considera con licencia imponer su criterio a los demás esté o no esté dentro de sus conocimientos. Y no hablo de generar opinión, que de eso tenemos todos empezando por este blog. Me refiero a la manía que tienen nuestros líderes de no empezar por ellos mismos, cuando a exigencias se refiere. Austeridad sí, pero yo voy a trabajar como mi BMW; hay que aprender idiomas sí, pero yo me conformo con balbucear alguno.
Sin embargo, día a día vemos como pasa lo contrario. Cualquier persona que se asoma a las cotas más altas de su disciplina, ya sea empresario, deportista o político, se considera con licencia imponer su criterio a los demás esté o no esté dentro de sus conocimientos. Y no hablo de generar opinión, que de eso tenemos todos empezando por este blog. Me refiero a la manía que tienen nuestros líderes de no empezar por ellos mismos, cuando a exigencias se refiere. Austeridad sí, pero yo voy a trabajar como mi BMW; hay que aprender idiomas sí, pero yo me conformo con balbucear alguno.
Tristemente, el pato lo
pagan otros. Jóvenes y no tan jóvenes,
con muchos años de estudio a sus espaldas, conocimientos de idiomas, que pasan
tiempo y tiempo en centros formativos, pero aún hoy, se tienen que conformar
con puestos de trabajo que distan mucho de sus capacidades. Si miramos en nuestro entorno, nos será muy fácil encontrar a personas que hablen a la perfección inglés u otro idioma, sin ser altos cargos o ejercer puestos de responsabilidad. No se trata pues de una quimera inalcanzable.
Soy de una generación que se ha
comido la crisis de lleno. Tengo muchos amigos,
harto preparados, que aún hoy no han podido tener una oportunidad en la
rama que tantos y tantos años han trabajado.
Tengo familiares que han tenido que marcharse de España, mientras que en
mi ciudad, decían que aquí el que no trabajaba es porque no quería hacerlo.
Y yo, desde mi posición, solo veo
el doble rasero de los que deciden.
A nosotros, solo nos queda aplicarnos aquello de “Sigue
nadando, sigue nadando…”
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