Posiblemente Londres sea mundialmente
reconocida por su Big Ben, las cabinas
rojas o el Támesis, pero he de admitir, que para mí, el símbolo de esta
ciudad es la céntrica plaza de
Piccadilly Circus. No lo sé, quizá sea
por el continuo torrente de vida, que lo atraviesa desde Regents Street, hasta
Leicester Square, las luces de neón o los carteles de los musicales. El caso es, que siempre que voy a Londres, mi
primera y última parada, suele ser esta.
Vayas cuando vayas, siempre encontrarás a
multitud de personas cargadas de bolsas, sentadas en las escaleras de la
estatua de Anteros (Esa especie de cupido, que lanza flechas al cielo de la
ciudad). Ya te lo advierto de antemano
(Luego no digas, que si tal y que si cual), tarde o temprano, tú también
acabarás sentad@ allí, porque es un sitio ideal, para descansar de tu paseo
turístico y sobre todo, tan entretenido, que podrías pasar horas allí.
Vista de Piccadilly Circus desde Lillywhites |
No se trata de que haya actuaciones
callejeras, que haberlas hailas, sino de contemplar simplemente la vida, el ir
y venir de paseantes propios y extraños. En Londres hay tanta variedad
cultural, que realmente siempre hay algo que te llame la atención, desde las
reacciones de la gente que ve Piccadilly por primera vez al salir de la boca
del metro, las chicas emperifolladas a
las ocho de la tarde (Sí, a las ocho, que allí tienen cierto desfase para el
tema fiestas), los tuc-tuc de los asiáticos que recorren la calle entre el
tráfico o hasta el paso vigilante de los bobbies.
Desde ese mismo lugar, podrás ver varios
puntos interesantes. Por ejemplo la
tienda de ropa deportiva Lillywhites, que con varios pisos, tiene absolutamente
cualquier objeto de ese campo, desde accesorios de hípica a calzado, pasando
por tenis o rugby. Merece la pena
entrar, porque se pueden encontrar verdaderas gangas. Yo una vez compré una camiseta original de la
selección inglesa de fútbol, por apenas 8 libras, cuando por lo general,
alcanzan más de 60.
Justo a su lado, encontrarás el Criterion
Theatre, que lleva representando desde el año 2006 la obra “The 39 steps”, para la cual, podrás
adquirir entradas a buen precio, en cualquiera de las agencias que inundan los
alrededores de Piccadilly Circus. Aunque
no domines el inglés, presenciar una obra de teatro o un musical en Londres, es
una experiencia que no te puedes perder.
Fachada de Lillywhite junto al teatro Criterion |
Frente al Criterion, en el otro extremo de la
plaza, te llamará la atención (Sobre todo, por las descomunales e insistentes
campañas de marketing que suelen hacer), el museo Ripley, Believe it or not!
. Personalmente, te desaconsejo totalmente
la visita, aunque te sentirás atraído como te digo, por la publicidad que
hacen, pero ni por su precio, ni por su contenido, es recomendable entrar. Básicamente, es una colección de objetos extravagantes,
desde animales deformados a cabezas reducidas de los indios. Si te van este
tipo de curiosidades, quizá te compense pagar, pero el público en general,
debería huir de este museo.
Lo que si te recomiendo visitar es CoolBritania, mucho más que una tienda de Souvenirs. Más allá de que es enorme y está conectada
con la estación de metro, al cruzar sus puertas de contagiaras de espíritu
británico. Todo, absolutamente todos los productos que quieras relacionados con
Londres, los tienes allí. Independientemente
de que compres o no, date una vuelta para contemplar que hasta los patucos
pueden llevar la Union Jack. La
competencia es tal entre las tiendas de recuerdos, que es fácil encontrar
regalos, animadores o atracciones, para reclamar tu atención. Tiene una sección
dedicada a la Familia Real inglesa, otra a las cervezas Guinnes e incluso a
preservativos british.
Steak Houses cerca de Piccadilly |
Donde sí tendrás un verdadero problema, será
a la hora de decidir dónde comer. Esto
suele ser un estándar en mis visitas a Londres, donde por lo general, suelo
acabar en un bloqueo mental, colapsado por olores y sabores. El área de Piccadilly está plagada de lugares
para comer. Otro día hablaremos de China
Town, que está justo a sus espaldas y dónde por apenas 5 libras, tendrás acceso
a múltiples buffets asiáticos. Pero hay
mucho más lugares, quizá más cercanos a los gustos occidentales, donde
perderte.
Me gustó mucho y ya he ido varias veces a Ed’sEasy Dinner. Un restaurante estilo años 60, donde puedes comer, en mi opinión,
unas de las mejores hamburguesas de la ciudad.
No esperes fuegos artificiales, son hamburguesas con patatas, pero de
gran sabor. En la simplicidad está su
éxito. El precio es realmente económico, ya que dos personas pueden cenar o
comer por 20 libras. Llama mucho la atención, ver a sus camareros ataviados con los gorritos blancos, cocinando detrás de la barra. Está situado en
Rupert Street, a medio camino entre Piccadilly Circus y Leicester Square.
Detalle de Ed's Easy Dinner |
Más caro, pero igualmente interesante, es la
cadena de restaurantes Aberdeen Steak House, donde podrás comer la famosa carne escocesa angus.
Un sitio plagado de londinenses, siempre es recomendable. Ya sabes el dicho, si
van los lugareños, se come bien.
Además, aunque tu mismo olfato te llevará a
indagar, hay numerosos puestos de dulces (Tan empalagosos, que solo el mismo
aroma ya te alimenta), en los que podrás probar por muy poco dinero, postres de
canela, donuts o pastelillos varios.
Piccadilly Circus es solo la cabecera de esta
zona de Londres, donde nace el Soho y el Westend. En los próximos capítulos,
seguiremos el paseo y llegaremos a Leicester Square, Chinatown o la famosa
Regents Street.
Pero será el próximo día. This is London my friend.Piccadilly Circus de noche |