viernes, 2 de octubre de 2015

Spitalfields: El mercadillo desconocido de Londres

Los de Portobello y Camden Town, son con seguridad los dos mercadillos más populares de Londres. Repletos de turistas, tanto ingleses como extranjeros, que fin de semana tras fin de semana, se agolpan en sus calles,como una auténtica marea humana, que muchas veces resulta agobiante.  De hecho, la mayoría de los londinenses procuran no pasarse demasiado por esos lugares y tienen sus pequeños rincones, donde se puede paladear el verdadero sabor de la Inglaterra más pura y bohemia. Uno de estos lugares es Spitalfields ¿Te vienes?

Entre el imperial área de La City, el ambiente hindú de Brick Lane y el misterioso barrio de Whitechappel, se encuentra Spitalfields, un remanso de paz para hombres de negocios y trabajadores. Se trata de un mercadillo cubierto, donde poder comer y descansar, alejado del infernal ajetreo laboral de Londres.

Pero espera, antes de llegar a él, deja que te recomiende hacer un alto en el camino. Justo frente a nuestra visita de hoy, se encuentra Poppie's,  posiblemente el lugar donde comer el mejor Fish and Chips de ciudad.  Data del final de la segunda guerra mundial y nació como fruto de la reconstrucción de Londres después del terrible conflicto. Lo sirven al estilo tradicional, en un cucurucho de papel de periódico, similar al de nuestros churros o patatas fritas de la feria. Pero no nos engañemos, está muy bien para hacer algo british, pero no deja de ser un grasiento plato de pescado rebozado.


En el interior de Spitalfields también encontrarás un puesto del restaurante, que solo se encuentra aquí y en Camden Town.  Pero en el interior, no solo nos toparemos con señor Pop, sino también una multitud de Food Trucks y comidas de todo tipo, donde hombres y mujeres trajeados, hacen cola para llevarse algo a la boca entre contrato y contrato.

Aún sin tener la variedad de los grandes lugares culinarios de la capital británica, es muy gratificante la experiencia de disfrutar de un ambiente plácido y más calmado de lo habitual de lo que allí están acostumbrados. 

Eso sí, no hay demasiados turistas, por lo que en parte te sentirás un extraño entre tanto "excuse me" y a la vez, verás algo que en el resto de la ciudad no se contempla.


 Hablando de gastronomía, todo está enfocado a la rutina "inglesa", desde empanadas a pizzas y por supuesto, con espacio para otras culturas, priorizando como siempre en las asiáticas.  Comer sano en Londres es complicado, pero al menos la variedad para engordar es amplia (Entiéndeme el chascarrillo)

Teniendo claro ese concepto y dejando un lado el Fish and Chips, los dulces en Inglaterra son bastante buenos y la empanada es otro plato nacional. Si bien, no está hecho para todos los estómagos, uno de los alicientes de Londres, es probar cosas raras y la comida siempre te da un buen número de tests.



Y más allá de la "gastronomía", Spitalfields se caracteriza por la venta de ropa y objetos vintage de todos los campos. Hay sombreros de gentelman, ropa de los años sesenta,  carteles callejeros, cuadros y hasta fotografías antiguas.  Igualmente, hay espacio para manufacturas y "experimentos"; te ofrecerán cremas milagrosas, aceites repletos de propiedades para la piel y cualquier cosa que alguna mente privilegiada haya pensado que puede ser interesante de encasquetar a propios y extraños.

Pero no te olvides, esto es Londres y siempre hay un espacio para el lujo en cualquier esquina y este lugar no iba a ser menos. Desde cosméticos a ropa, podrás encontrar todo lo que tu cartera abarque; estás a los pies de la City, el área donde más dinero se mueve en el mundo.


Puedes llegar a Spitalfields  a través de la estación de Liverpool Street, que está a pocas calles de distancia. Pero hay una alternativa más atrevida y quizá emocionante, que es bajando en Algate East. ¿Te suena Whitechapel? Quizá lo recuerdes del célebre Jack el Destripador, pero hoy en día, guarda la colonia hindú más grande de la ciudad. Caminar por Brick Lane, puede hacerte sentir algo entre lo inquietante y lo interesante.  Los nombres de las calles están escritas con su alfabeto y los turbantes aparecen por doquier. Hay tiendas de bagles, pastelerías y todo tipo de baratijas. Ahora, prepárate para las miradas entre las puertas, los olores intensos  y su ambiente exótico ¡Merece la pena!



Como siempre digo, solo los osados acaban conociendo Londres. No tengas miedo de probar, mirar y tocar todo lo que encuentres a tu a alrededor.  No, no es la zona más turística de la ciudad, pero tiene mucho que ver y sobre todo experimentar ¿Te lo vas a perder?




viernes, 7 de agosto de 2015

El significado de las canciones: Dieguitos y Mafaldas - Joaquín Sabina

Siempre me gustó la música; tampoco es una sorpresa ¿Quién no tiene una canción grabada en su memoria? ¿Quién no recuerda un momento de su vida con una letra en concreto? Por eso, hoy se me ha ocurrido contaros, contarle al mundo, lo que yo entiendo de las canciones que me han marcado.  No soy el autor, él tendrá sus motivos, yo tan solo explico mi interpretación.  Espero que os guste. 


Dieguitos y Mafaldas - Joaquín Sabina

Soy escritor y me gusta leer, en eso no hay lugar a dudas. Pero me encanta el fútbol, es mi pasión escondida, aunque como decía Sabina en otra de sus creaciones "no doy el tipo de hincha violento y rapado ¡Pero que gane mi equipo!". 

Y esto es así desde que era niño. El fútbol me trae recuerdos de infancia y adolescencia.  De hacer volar mi imaginación y mis piernas junto a mis amigos, que por si tienen alguna duda, han llenado mi vida de recuerdos.  También tengo grabada a fuego la primera vez que mi padre me llevó a ver un partido del Valencia a Mestalla y esa enorme sensación de majestuosidad que sentí al verme envuelto en las gradas. 

El fútbol, para muchos es sinónimo de anticultura . Para mí es la excusa para sentarme con mi padre y mi hermano cada fin de semana.  Entre los tres, hemos ganado ligas y perdido finales en los penaltis.  El fútbol como toda afición, es mucho más que su mera práctica.

Esta canción, tiene un trasfondo de ese sentimiento que yo planteo, pero realmente cuenta una historia de un amor imposible, en el que una chica acaba eligiendo su amor al fútbol, por encima del de un hombre, al que quizá en algún momento amó.  Es muy difícil plasmar lo que desprende este deporte, sin caer en tópicos, pero este señor, una vez más lo vuelve a conseguir.





Letra

Veinte años cosidos a retazos
De urgencias, disimulos y rutinas,
Veinte años cumplidos, en mis brazos,
Con la carne del alma de gallina.

(La canción habla de Paula, un amor como el que citaba anteriormente que tuvo Joaquín Sabina.  Explica la vida de una chica que aún joven, las ha pasado muy malas y que él, se la encuentra como un tesoro en Buenos Aires.)

Veinte años de príncipes azules
Que se marchaban antes de llegar,
Veinte tangos de Manzi en los baúles,
Veinte siglos sin cartas de papá.

(En los primeros versos encontramos una frase muy reveladora. En todo este tiempo, ella ha buscado constantemente ese amor ideal, que la levantara del asiento al igual que lo hacía su verdadero amor, del que hablará después. Pero siempre veía el final incluso antes de empezar y volvían los recuerdos dolorosos, como los tangos de Manzi al que admiraba su abuelo, por ejemplo "Malena",el dolor por la mala relación con su padre y todas esas melancolías que nos salen cuando la cosa pinta en bastos)

De González Catán, en colectivo,
A la cancha de Boca, por laguna,
Va soñando -hoy ganamos el partido-
La niña de los ojos de la luna.

(Y aquí comienza a hablar de fútbol, el único amor real que esa chica había conocido. Refleja el camino hacia el estadio, tan importante o más que el mismo partido.

González Catán es uno de los barrios más pobres de Buenos Aires y con una distancia considerable respecto a su destino, que Paula recorría en autobús. Y ahí es donde nace la ilusión de ese ritual que conocen los amantes de este deporte. El hormigueo en el estómago, el aumento de banderas y camisetas de tu equipo al llegar, el rumor de la afición, los vendedores ambulantes, el calor de la grada, los equipos bajando del autobús)

Los muchachos de la doce más violentos,
Cuando la junan, en La Bombonera,
Le piden, a la virgen de los vientos,
Que, le levante, a Paula, la pollera.


Los Barras Bravas en La Bombonera

(La doce es como se conoce popularmente a la afición argentina, el jugador número doce para que nos entendamos. No hace falta señalar la pasión  que despierta Boca Juniors entre sus fans y su casa La Bombonera, posiblemente sea uno de los campos más calientes del mundo, donde sus 50.000 espectadores, son capaces de remontar un partido con solo su aliento.  El término "junan", es un localismo que significa "mirar" y donde se demuestra que incluso el aficionado absortó en el juego, prefiere ver los muslos de Paula  antes que "rezar" para que su equipo gane...Pero se sobreentiende que a ella le da un poco igual.) 

Veinte años de mitos mal curados
Dibujando Dieguitos y Mafaldas,
Veinte vidas hubiera yo tardado
En contar los lunares de su espalda.

(Y de nuevo el autor se lamenta por el paso de los años, pero esta vez en términos personales. Por la caída de expectativas y esperanzas, por las preguntas sin respuesta, en ese guiño a Mafalda. El mismo tiempo, que él hubiera invertido en pasar con ella, si ella hubiera encontrado en él, el amor que veía en el fútbol. Y esto nos pasa, dedicamos demasiado tiempo a cosas que importan poco.)

Le debo una canción y algunos besos
Que valen más que el oro del Perú,
Sus huesos son sobrinos de mis huesos,
Sus lágrimas los clavos de mi cruz.

(Aquí transmite el dolor o el pesar, porque las cosas no hayan ido como deberían. El sentimiento de culpa por lo no hecho. Y esa horrible sensación de sentirte totalmente vinculado a una persona y sin embargo, saber que avanzar es imposible)

De González Catán, en colectivo,
A la cancha de Boca, por Laguna,
Va soñando -hoy ganamos el partido-
La jermu que me engaña con la luna.
Alguna vez harán un monumento
Los de la barra brava a mi bostera,
Y, una ermita, a la virgen de los vientos,
Que, le levanta, a Paula la pollera.


Martín Palermo, fue una de las estrellas de aquel Boca del 98, que se alzó con la liga Argentina. Compartía vestuario con otras leyendas como Juan Román Riquelme,  o el "Pato" Abbondanzieri.


(El estribillo es similar. Hay que citar que a los aficionados de Boca Juniors, se les llama despectivamente "bosteros".  Realmente se les conoce como boteros, porque para llegar a La Bombonera antiguamente, había que cruzar un pequeño río, pero sus máximo rivales, el River Plate, aprovecharon el sobrenombre para hacer la gracia.

Del mismo modo, los Barras Bravas son los aficionados radicales del país sudamericanos)

"Boca es el amor de mi vida. Lo hago con pasión. Por Boca lloro, me enojo, me emociono, es un sentimiento muy fuerte. Y me siento parte de la institución. Ahora disfruto de colaborar con el club, paso muchos días, muchas horas, en el estadio. Empecé trabajando en el departamento de exterior. Y no paré. Fundamos la filial de La Matanza. Y surgió lo de la secretaría de la mujer..." - Paula Seminara

(Para terminar la canción, con un ritmo mucho más animado, Sabina habla de como pierde la cabeza por esta chica, a la que siempre buscaba en cada visita a la ciudad porteña, como en cierto modo uno siempre lo hace con esos amores olvidados cuando regresa a los lugares donde los vivió. Pero ya ni si quiera le sale el acercarse a ella, para no dañarla. Porque sabe perfectamente que si se encuentran, volverán a entrar en el mismo bucle dañino y jugar un partido que de nunca logrará ganar. )

De González Catán a Tirso de Molina, qué trajín,
De España a la Argentina, qué meneo
Qué vaivén, qué ajetreo
Qué mareo, qué ruina
¿y por culpa de quién?
Del amor de una mina,
¿y total para qué?
Si, al final, se rajó con un pibe,
Que le prohibe a mi ex
Ir a verme al gran rex,
Cuando estoy de visita,
No sea que Paulita se ponga a llorar,
Al oír su milonga,
No sea que a Paulita le dé por bailar,
Al compás de la conga
Y vuelva enfermita a González Catán
Y no se reponga
Y se ponga más loca de lo habitual,
Bendita pollera,


(Y finaliza haciendo un paralelismo con el fútbol como no podía ser de otra manera, ya que la canción transcurre en el año 98, donde Boca Juniors ganó la liga en el último partido y en el último minuto, con un gol de Martín Palermo contra Talleres de Córdoba y que al final, a pesar del sufrimiento, todo mereció la pena )

Menuda bandera para una canción
¡y que delantera!
Aquel año boca salió campeón,
De La Bombonera,
Ninguna bostera se puede quejar
Aunque le sobre razón, si
Pinta remeras con el corazón
Y con las caderas,
Le toca a Palermo tocar el balón,
la doce se altera,
Le toca al gallego tocar este son...
Para una bostera
El año que boca salió campeón,
En la Bombonera.




jueves, 30 de julio de 2015

Comunicación y manipulación

Odio los aviones, esto es un hecho, no lo puedo negar.  En estas épocas pre vacacionales, siempre intento hacer terapia para ver si de una vez por todas lo supero...aunque luego acabe dejando clavadas mis uñas en el asiento. Y de este modo, escuchando una charla sobre como perder el miedo a volar, se trató un tema del que hoy voy a hablar: La manipulación de la información.  Algo que lamentablemente, esta tan presente en nuestra sociedad, que ya no reparamos en ello. 

Abril de 2015.  Un avión de Germanwings cargado de pasajeros, se estrella contra los Alpes sin motivo aparente.  Todos los tripulantes mueren y el impacto social es enorme.  En cada canal de televisión, las imágenes de la zona, así como montajes, declaraciones y suposiciones no dejan de aparecer en la mayoría de espacios. No importa que sean de información general, tertulias o temáticos, todos hablan de ese tema con más o menos sensibilidad.

Evidentemente se ha de hablar de ello. Pero existen dos problemas:

El primero es la interpretación y la importancia que el individuo da a esta clase de noticias.  Por ejemplo, una persona como yo que ve o interpreta la noticia de Germanwings de una manera cercana, puede reafirmar su fobia hasta niveles extremos. Todo depende de la capacidad de control mental que uno tenga. 

Un accidente semejante, impacta por si mismo.  Pero atendiendo a según que comentarios o insensibilidades, como digo puede generar miedos nuevos o alimentar los antiguos.  Tirando de estadísticas, a lo largo del año se producen muchos accidentes aéreos y son datos que se pueden extraer de las mismas compañías.



He aquí el elemento diferenciador: En la aviación, se considera accidente desde un despegue abortado, a una salida de pista o cosas tan insignificantes aparentemente como el mal estado de un asiento.  Sin embargo esto no se dice. "Este año se han producido 100 accidentes, el mayor número desde 1980".  Pero ojo, únicamente se habla de "accidentes" sin matizar y cada mente dibuja esto como ella misma le indique. Por tanto, es muy importante no creer en todo lo que se publica o al menos interpretarlo bien.

Y en segundo lugar, se encuentra la noticia en si. Estamos llegando a un punto, en el que prima más el morbo que la información. Evidentemente, dicho accidente fue un acto deleznable y poco común, pero en muchos casos se usó como material para rellenar programas y columnas, a veces sin reparar en el posible daño moral que ocasionarían. Una cosa es informar y otra bien distinta es jugar con la sensibilidad humana para atraer adeptos. 

El del avión es solo un ejemplo, pero hay un mar de casos semejantes ¿Haití? ¿Afganistán? ¿Qué ocurrió con el ébola o la gripe aviar? ¿Desaparecieron del mapa? ¿Volaron?  Cuando por primera vez escuché hablar de esta última enfermedad, en Antena Tres concrétamente, se anunció como una auténtica epidemia a escala masiva que podía reducir la población mundial considerablemente. Casi una década después, nadie se acuerda de ello.

Similar y todavía más sangrante es el caso del ébola, una cruenta enfermedad que lleva azotando África desde el siglo pasado. Arrasando a su población sin que nadie en occidente le prestara la más mínima atención.  Un día de repente, se comienza a hablar del tema y parece que es un virus que va a acabar con la humanidad. Sin embargo,  meses después el "hemisferio rico" casi le sobran las manos para contar sus víctimas mortales.  Entre tanto, el miedo recorre todos los países y las audiencias se disparan.

De nuevo, una vez pasado el huracán, nadie se acuerda de las víctimas. La gente sigue muriendo de esa y de otros muchos males pero no nos importa. No venden y por tanto, es mejor esconderlo.  Nadie insiste en  que India y otros países asiáticos están suministrando los medicamentos a África que las industrias europeas no quieren producir porque no les renta económicamente.  No hay  portadas sobre eso, no interesa.  Que sigan muriendo mientras no llegue a nuestras casas, son pobres ¿Qué más da?  ¿Por qué no se habla de lo bueno? ¿De la gente que ayuda? ¿Por qué no se les entrevista? ¿Por qué no salen en portada?



Lo mismo ocurre con tantos temas como los nacionalismos, el odio deportivo o político. El público prefiere la carnaza, ver como los contingentes se despedazan entre sí y compiten a ver quien dice la gilipollez más grande, antes que obtener una información veraz e imparcial.  La Sexta es de rojos, Cuatro es de neoliberales, La uno de fachas y el ABC de monárquicos.  Y vemos tan normal como uno tras otro, salen programas de televisión donde lo frívolo, sucio y bajo es lo que prima ¿Gritar un piropo una mujer por la calle es sexista y ver Hombres, Mujeres y Viceversa no? ¿No es una auténtica aberración? ¿O es que yo estoy equivocado y todo el mundo en España se ve reflejado en este tipo de gente? ¿O qué me dicen de programas como El Gato al agua o Al rojo vivo? ¿Son imparciales? Pan y circo que decía un tocayo mío...Aunque ataque a nuestra propia inteligencia.

Y yo, que he crecido con "Waku, waku" , "Siete Vidas",  "Aquí no hay quien viva" o "¿Quién quiere ser millonario?" prácticamente he dejado de ver la tele. Los libros, el comic y el cine molan mucho más. ¿En serio? ¿Pero en qué momento sucedió esto y todo cambió? ¿Cuándo y por qué pasó Compañeros a Física y Química o se desterró la programación infantil para plantarnos Sálvame?

Pero ojo, no hay que achacar esto al Periodista (Así con mayúsculas), presentador o equipo de producción, que con su vocación y buen hacer, relata los artículos o ejerce el trabajo que le marcan desde la línea editorial. Porque con casi toda seguridad, este no pensará igual o al menos su hubiera hecho su trabajo de esa manera (Aunque evidentemente hay casos y casos)  Por mi profesión, he conocido a varios que me han afirmado que ellos aunque quisieran, no podían denunciar o atacar un hecho evidente, porque su puesto de trabajo correría peligro.

El problema, es el mismo de siempre, la cúspide de la pirámide. Esos tipos que creen saber todo de todos y como dicen los abuelos, el que mucho abarca...O quizá ni si quiera poco. Los dirigentes están tan deshumanizados (Abuso demasiado de este tema pero es así), que les importa un pito el fin último de su empresa, que no es otro que el de informar de lo que pasa en el mundo y de alguna forma también entretener al personal de una manera ética.

Están alejados de la gente y de la vida que tú y yo vivimos cada día.  Su mundo se construye mucho más arriba, donde los favores e influencias recorren pasillos y salas de reuniones, acompañados de los beneficios económicos o políticos que puedan generar, por delante del sentido común. Ese hace mucho que no pasa por aquí.

Cuando interesa destapar algo se destapa y cuando interesa desviar la atención se desvía. Es lamentable, pero complicado de desmentir.  Si un señor ha ocultado millones de euros de la hacienda pública, interesa más vestirlo de culebrón del que ya hemos perdido todos el hilo o fervor independentista durante meses, antes que atacar a las fuentes de manera inmediata y llamar a las cosas por su nombre: Un político que ha robado a sus votantes (PSOE, PP...) y un "molt honorable" que podría acabar con la deuda catalana solo con lo que se ha llevado.  Pero de nuevo no interesa, porque vendería mucho menos.



Con un sistema educativo que no hace pensar, sino memorizar y unos medios de comunicación que ofrece verdades a medias ¿Qué sociedad futura estamos creando? Posiblemente una tan automatizada y manejada, en la que solo unos pocos tendrán la capacidad de decidir. El resto estarán en el sofá esperando que les digan que ver, como vestir y a quien votar.

Espero equivocarme.

viernes, 15 de mayo de 2015

La deshumanización de la felicidad

Vivimos en un mundo tan sumamente acelerado, que por lo general se nos olvida lo más importante de este camino que todos iniciamos: Ser felices.

Si nos parasemos unos minutos a evaluar nuestros días, nos daremos cuenta que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, nos encontramos en una vorágine de acontecimientos, obligaciones, hipermotivaciones, discusiones y actividades que convierten nuestra existencia en una auténtica monotonía mecánica.

Se nos está olvidando lo más importante, estar a gusto con nosotros mismos.  Esa sensación de llegar a la cama por la noche y decir "Sí, hoy ha sido un buen día".  Ya sabes a lo que me refiero, hablamos de ese disfrutar de nuestros amigos, del sabor del café del desayuno, de un abrazo sincero o simplemente de un paseo bajo el sol del día.



El sistema social en el que estamos envueltos, realmente nos hace dedicarnos tan poco tiempo a nosotros mismos que paulatinamente nos deshumaniza.  Cada vez pasamos menos tiempo con nuestros seres queridos, reflexionando o conociéndonos  y más en el trabajo, frente al ordenador, en el gimnasio o lidiando con problemas ajenos a nuestra naturaleza, que no es otra que vivir.

Socialmente estamos retrocediendo a niveles de siglos pasados, anulando el pensamiento del pueblo y fomentando su mecanismo automatizado. Como decía el Che Guevara, "un pueblo que no sabe leer, es un pueblo fácil de engañar" y en esas estamos.  Metafóricamente hablando, si las personas no tenemos tiempo para mirar en nuestro interior es muy complicado poder generar un sentimiento social potente y estable.

Es decir, si no nos paramos a pensar en la ruta que estamos tomando, seguramente acabaremos en la que sigue la mayoría. La moda, la música, tener una carrera, un trabajo, casarse...

Estamos anestesiados. Se habla de la pérdida de interés de los ciudadanos por la política a escala mundial, pero yo me pregunto ¿Esto es algo desinteresado? Para mi obviamente no lo es, ya que es más fácil controlar minorías convencidas que mayorías discrepantes.  

Y esto se extiende a todos los aspectos de la vida, como por ejemplo la educación.  Tenemos en España un concepto de la formación un tanto llamativo, donde es más importante memorizar que pensar, razonar u opinar.  Un alumno en una clase de historia por regla general, aprenderá los datos de la Revolución Francesa pero quizá no interiorice su significado, no palpe los motivos ni los haga suyos.



Vamos al gimnasio sencillamente porque hay que estar en forma, aunque a veces nos apetezca mucho más irnos a tomar unas cañas, nos pasamos los días anhelando comprar cosas que luego nos dan una felicidad pasajera y así sucesivamente.  Somos entes mecánicas.

Quizá el ejemplo más sangrante de todo esto es la vida laboral.  Trabajar ocho horas al día durante 45 años es una aberración, estamos condenando lo más valioso que se nos ha dado: Nuestro tiempo. En estos últimos diez años estamos relanzando el concepto de trabajador-esclavo, donde las personas vuelven a vivir para trabajar, potenciando precisamente esa deshumanización.  Ya sea por el mundo competitivo que empuja a muchas personas a priorizar antes su éxito económico y profesional a su "yo" o por la mera supervivencia, el modo en el que la mayoría de empresas plantea sus jornadas laborales está contribuyendo a potenciar todo esto.  Hemos generado un mundo tan competitivo, que importa más el tener que el ser y ahí radica precisamente el mayor problema de nuestra sociedad.

Al final, no nos equivoquemos, estamos en este mundo de paso.  Mañana mismo podríamos desaparecer del mapa por mucho dinero, títulos y fama que tengamos ¿Y de qué valdría ser el mejor ejecutivo, presumir delante de los amigos o sufrir por no comprarnos el coche que queremos? ¿Esto nos habría hecho felices? ¿Hubiéramos tenido una vida plena? 

Personalmente discrepo y cada vez tengo más claro que mi vida no es en una condena en una oficina, si no disfrutar de los ratos con mi familia, reírme con mis amigos, seguir enamorado de mi novia y saborear cada momento de felicidad.  Y efectivamente, llegar por la noche a mi cama, cerrar los ojos y por muchos problemas que haya tenido el día poder decir "Sí, merece la pena estar vivo"

viernes, 20 de marzo de 2015

La economía que nos deshumaniza

Hace ya casi un año que pude disfrutar de una lectura que me hizo reflexionar.  Fue la del excelente libro de mi colega, gurú y amigo Alfredo Rodríguez "Intentando ser feliz...a ratos".  Un pequeño pero interesantísimo trabajo, donde con palabras claras y concisas, analizaba los diferentes aspectos de la vida que nos preocupan a todos.  Desde las relaciones de pareja, a la amistad o el trabajo.

Son muchas las conversaciones que he tenido con él en los últimos tiempos, como el alumno que atiende a las lecciones de su maestro.  Quizá por su forma de expresarse, su capacidad dialéctica o la tranquilidad de sus palabras. 

Un tema bastante recursivo en sus discursos es la economía, por lo que nos preocupa y por la fuerza con la que nos envuelve y golpea.  Vivimos atrapados en una sociedad que ha posicionado en tan alto lugar al dinero, que se nos ha olvidado por completo el porqué estamos aquí cada día.  Y hay personas en las que por supuesto, esto se ha hecho mucho más patente que en las demás.

Desde los entretenimientos como el fútbol y la televisión,  hasta la misma literatura a la cual pertenezco, todo esta desembocando en un sinsentido donde el fin último es el símbolo del euro, dolar o libra.  La mejor liga de fútbol, no es la que más emoción despierta, si no la que más dinero mueve  al igual que el programa de televisión más rentable no es el que mejor está hecho, si no el que más audiencia acapara independientemente de sus valores. 



Y mientras tanto, el resto sobrevivimos en un sistema repleto de penurias, dentro de un país que rezuma paro y con unos trabajadores que llegan asqueados a sus casas, por la infinita rutina y precariedad en sus puestos, frente a los pocos que atesoran riqueza. 

Nos pasamos la vida trabajando para pagar lo que la sociedad impone que debemos pagar.  Una casa, un coche, las clases de inglés, el gimnasio... Como decía Alfredo, realmente vivimos más condicionados por esa imposición, que por nuestros propios deseos.  La aceptación social y el prestigio es hoy en día la gasolina que hace mover con más intensidad el motor de la economía. 

Precisamente es este punto el que vicia a las personas y las transforma hasta límites insospechados.  España es un ejemplo de la máxima potencia de este caso.  La corrupción política y empresarial, ese tener más por tener más es un vivo ejemplo de ello.  

¿Cuanto necesita una persona para vivir con lujos todo un año? ¿30 mil euros, 50 mil euros? ¿Cuantas casas, coches o viajes hacen falta para considerarse afortunado?   Pero estas personas que se ven atrapadas por el mal de la economía, corruptos, avaros y fariseos, acaban perdiendo su percepción de la realidad, donde cambian el concepto de felicidad por el de posesión. 

Llegan a un punto en el que no compran una televisión para sentarse a disfrutarla con su familia, si no para decirle al de al lado que la tienen más grande (La pantalla) . Y a la hora del a verdad, como dice el periodista valenciano Julio Insa "s'amaguen como rates" y que se moje el de al lado. 

Y esto nos lleva a un bucle en el que no se tiene más objetivo que el de acumular más y más dinero, de cualquier forma o manera. Pretenden estar siempre por encima del bien y del mal, aunque sean analfabetos integrales que no sepan diferenciar las esdrújulas de las agudas.

Si estos espantapájaros, en lugar de invertir en trajes apolillados y sangrar oídos ajenos con discursos prepotentes, ajenos a la realidad social, se dedicaran a intentar formarse o a mimetizarse con el mundo en el que viven, quizá entendieran lo alejados que están de ese "buen camino" que creen dibujar.

Pero no, no lo hacen y lejos de eso pretenden marcar el ritmo del mundo.  Tratando de hacer creer al resto que ellos están en posesión de la verdad, porque ese es su mal, el de tratar de poseer todo lo que sus ojos ven.  Políticos, famosos, empresarios, estrellitas del papel cuché y demás fantoches, que solo por el hecho de tener un grupo de palmeros aplaudiendo cualquier idea que salga de su boca, por estúpida que sea, les da la suficiente fuerza para pensar que es su forma de vida la ideal.

Las cuentas y las agendas a reventar, no son sinónimo de felicidad ni plenitud.  Es muy difícil encontrar a una persona sumida en este mal de la economía, que realice una acción sin pensar en el provecho propio, la envidia ajena o el enriquecimiento.  Por eso nunca tendrán un recuerdo puro y sincero, ni un rato con amigos que les quieran por lo que son, ni esa sensación como me dijo Alfredo, de llegar a la cama cerrar los ojos y decir "Hoy ha sido un buen día y soy feliz".

Sin embargo, mañana saldremos a la calle y todo seguirá igual, pero como decían The Beatles, "Nothing's gonna change my world", por mucho que ellos se empeñen en hacerlo. 




miércoles, 18 de marzo de 2015

Como llegar desde el aeropuerto a Londres

Cuando uno viaja por primera vez a Londres son muchas las preguntas que uno se hace acerca de la aventura que emprende. Al tratarse de la metrópoli más extensa de Europa, las dificultades aumentan en buen grado para los visitantes que nunca han puesto un pie fuera de su país. Hoy tratamos una de las dudas más frecuentes: ¿Cómo llegar a Londres desde los aeropuertos? Abróchate el cinturón y prepárate para emprender este viaje ¿Nos acompañas?

Londres es la ciudad de Europa que más aeropuertos cuenta entre sus fronteras.  Y salvo que decidas cruzar nadando el canal de la mancha, seguramente sea alguno de ellos el primer lugar que pises al llegar a Inglaterra.

La capital en si, cuenta únicamente con dos en su área urbana. Más concrétamente London City es el que verdaderamente, siendo pragmáticos, está situado en la misma ciudad.  Este pequeño y coqueto aeropuerto, se sitúa en la orilla norte del Támesis, justo al lado del famoso auditorio 02, donde se juegan las finales del Master Tennis.  Seguramente sea el más recomendable para escoger como destino, pero tiene el gran handicap de su bajo volumen de vuelos, que hacen que esta sea una opción muy complicada para el viajero medio.

Si tienes la suerte de poder llegar a London City, te alegrará saber que la ciudad estará a tus pies desde el momento en que te bajes del avión.  De hecho, en la terminal puedes montarte en un intercambiador de metro para llegar a tu hotel o en el peor de los casos, subirte en un taxi (Y preparar como siempre la cartera).




El otro aeropuerto que se considera "local" es el archiconocido Heathrow, uno de los más grandes del mundo.  Cuenta con una zona de espera absolutamente genial, repleta de tiendas, restaurantes y servicios con gran lujo de detalles.


Es la "casa" de British Airways y por ende de su hermana Iberia  y por tanto, casi todos los vuelos de esta compañía llegan allí.  Tiene la gran ventaja de estar conectado con la ciudad también por metro (Paradas Terminal 1, 2,3 y 4), con el que llegarás a la misma en poco menos de media hora y con un precio bastante asequible.  Igualmente tienes la opción de las lineas regulares de autobús, si quieres evitar el mundo subterráneo e incluso un tren ligero, que es la opción más cara.  Pero eso sí, no te engañes,  Heathrow no se encuentra en la ciudad, si no en el extrarradio, a unos 15 kilómetros de la zona 1 de metro. Comparándolo, sería parecida su ubicación a la de Manises en Valencia, es necesario un viaje añadido hasta la ciudad.





Realmente los problemas aparecen cuando ya sea por volar con una compañía Low Cost o simplemente porque la adecuación de nuestro horario, nos hace viajar a cualquiera de los otros tres aeropuertos.  No estamos diciendo que sean opciones a evitar, simplemente dejamos patente de las dificultades extra que conlleva elegir estos otros aeropuertos.

Por orden de distancia, el más próximo sería el de Gatwick (30 millas) , Luton (35 millas) y Stansted (38 millas) o lo que es lo mismo, más de hora y media en coche hasta llegar a la ciudad.  Todos ellos están conectados con Londres por las mismas vías: autobús, tren o vehículo compartido.  A la hora de seleccionar nuestro vuelo y decantarnos entre Iberia y Ryanair, por ejemplo, tenemos que tener en cuenta el gasto añadido en el transporte y no solo eso, también las dificultades e incomodidades del traslado.





Para empezar, hemos de sumar un mínimo de 10-15 libras por persona y trayecto de ida y vuelta si decidimos ir en autobús (Por ejemplo en la popular Greenline) y bastante más si elegimos el tren como medio.

Algo que no sería un gran problema, teniendo en cuenta los gastos que nos esperan en un viaje al extranjero. Si bien, lo que realmente no tiene que importar es el tiempo que nos resta de nuestra estancia (Si por ejemplo vamos 3 días y perdemos más de cinco horas en llegar desde España, estamos eliminando gran parte del primer día de nuestra estancia y del último).

También hemos de plantearnos  y sobre todo si es nuestro primer viaje a Inglaterra y mucho más al extranjero, es la dificultad e inseguridad que supone al llegar a un país que desconocemos, ir a toda prisa en busca del lugar del que parten los autobuses o trenes y saber la parada exacta donde nos tenemos que bajar.  Esto se multiplica en la vuelta, ya que el margen de fallo es mínimo ante un inminente despegue.

Por ejemplo, los visitantes primerizos han de saber que los autobuses que parten de la central Victoria Coach Station, no tiene hangares como en España, si no que las paradas están a lo largo de la calle.  Conviene precisamente por esto ir con el suficiente tiempo de poder rectificar y no tentar a la suerte de perder tu vía de comunicación con la terminal.

Por lo general los autobuses tienen muchas paradas, pero comparten alguna en común como Liverpool Street, Marbel Arch y normalmente el destino final suele ser la citada estación de Victoria.

Algunas aerolíneas como Easyjet, tienen asociadas sus propias compañías de autobuses, adaptadas precisamente al viajero.  Quizá sea la opción más recomendable si finalmente te decantas por este medio de transporte.

Respecto a los trenes que parten de los aeropuertos, hay que tener en cuenta que no todos mueren en la céntrica Victoria Station.   Por ejemplo, los que parten de Luton, suelen llegar a Kings Cross, en el extremo norte de la ciudad y hay otros que llegan a Liverpool Street, por tanto es algo que tendrás que estudiar, ya que puede suponer a mayores un largo trayecto extra en metro o taxi.

En cualquier caso, hay que subrayar con mayúsculas si ahorrarse 50-100 € es motivo suficiente como para descartar los aeropuertos más cercanos y sustituirlos por un tedioso viaje.  Cuestión de bolsillos y confort, por supuesto.